Aprendiendo con la Naturaleza

Es una suerte poder vivir cerca de la naturaleza, ya sea campo o playa, sobre teniendo en cuenta que cada día tenemos menos espacio «verde» en nuestras ciudades. Antes algunos distritos de Lima eran en gran porcentaje chacras en donde habían establos con vacas, acequias y cerros sin edificios. Eso hace sólo 30 o 40 años. Hoy eso no existe más.

A mi me fascina el campo, pero vivo cerca a la playa, que también me fascina y que disfruto todo el año. Pero siento que a mis hijos les falta un poco esa parte campestre, subir árboles, arrancar jardín, recolectar hojitas, tirarlas a una acequia, mirar caracoles etc. Cuando podemos los llevamos al campo pero cuando no podemos tenemos la suerte de que mis papás viven cerca a un lindo parque. Un parque en donde además hay muchos niños siempre, es grande, con muchos árboles y bastante seguro. A mis hijos les encanta ir a jugar. Desde que llegan se meten a jugar al jardín, recolectan hojas, juegan con la tierra y sus palitas, juntan piedras y trepan y abrazan árboles.

Cuando vamos a la playa son los niños más felices de la tierra. Pasan horas felices jugando en la arena y el mar, descubriendo conchitas, algas, muy- muys vivos y muertos,peces, cangrejos, etc. Hace poco leí que cuando los niños son pequeños deben tener ciertos hábitos pero que algo muy importante era que debían pasar varias horas al día teniendo juego libre en la naturaleza. Este momento da lugar a que mis hijos (sobre todo el mayor que tiene 4 años) me haga muchas preguntas sobre cosas que le interesan y ahí comienza un nuevo tema por descubrir juntos. Comienza un nuevo aprendizaje.